lunes, 10 de enero de 2011

Realidad


No quise ver la realidad.
Cegué mis ojos con el manto oscuro de la ensoñación.
Me inventé un mundo paralelo, en el que muchas veces justifiqué hasta lo injustificable para encontrar un punto luminoso en la oscuridad, para hacer girar la brújula hacia mis propios nortes.
Una y otra vez me mentí. Cambié palabras, dí vuelta hojas, y pateé tableros.
Cada vez más seguido dí pasos en falso,  pero seguí, en la búsqueda incesante de atajos inexistentes que me llevaran a mis ilusiones.
Recogí humillada lo que quisieron darme, cantidades ínfimas de migajas insignificantes
No pregunté, temí la respuesta
No arriesgué, temí la pérdida.
Me dejé llevar por la irrealidad dibujada con hilos invisibles de mi necesidad
Mi propia identidad fue flagelada y corrompida  por mis impulsos erráticos.
Hasta que todo se empezó a desmoronar en un alud de razonamientos desencadenados que me hicieron despertar.
Empecé a perder vuelo,  mientras más me precipitaba hacia la tierra de la verdad, mis ilusiones seguían luchando por mantenerme en ese cielo entretejido de mentiras. Y renunciando por fin a esa estúpida lucha de insensatez,  me dejé caer.
El aterrizaje fue cruento, doloroso,  todos los sueños que llevaba de equipaje estallaron en pedazos, y las astillas de mi propia decepción se fueron incrustando en mi fé, dejándola lacerada en su núcleo mas íntimo.
Mis argumentos, que tantas veces había usado en mi favor, se desparramaron por el suelo con furia y desolación.
En un instante lo perdí todo, las ganas, el ánimo, las batallas.
Perdí  entre tanto llanto hasta la  última esencia de mis lágrimas.
Y así desnuda de sentidos y sensaciones, con la última gota de sangre que me quedaba, después de la estrepitosa caída, me incliné como un mendigo a recoger  los despojos del desastre… un cuerpo vacío de  alma…un corazón trémulo de soledad y unos ojos que habían perdido para siempre la mirada.
               
                                                                                                                                Sindel Avefenix


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