domingo, 23 de enero de 2011

Espera

Sé q vas a venir,  pero la espera se  hace eterna...
Cierro los ojos para no tener que ver el lento pasar de las horas, la infinidad que tarda la aguja en recorrer cada minuto, cada segundo, hasta el reencuentro.
Tengo una necesidad urgente de vos, unas ganas intensas y exasperantes de que me hagas tuya nuevamente.
Deseo sentir una vez más tu boca, tus labios húmedos en esos besos profundos que nos damos a escondidas,  y que son solo nuestros, esas caricias que buscan enloquecidas  refugio en la piel del otro, y esa percepción de sentir como se enciende cada poro con el roce de nuestras manos, que se hunden, se desean, se entrelazan.
Necesito volver a sentir  en mi sangre como se agitan los latidos, y dejar a mis sentidos que se confundan en una mezcla de placer e impaciencia, esperando que llegué tu embestida.
Quisiera poder encerrar ese momento en la eternidad absoluta, que no exista el correr de los minutos, ni los horarios,  ni el pasado, o la incertidumbre lacerante del futuro.

Quisiera quedarme en vos para siempre, anclada en tus brazos como un barco que encuentra su puerto. Como  vos te quedas en mí, a pesar de cada despedida, latente en el silencio de mi corazón que se duerme hasta el próximo encuentro
      Sindel Avefenix

sábado, 22 de enero de 2011

Mis Alas

Mis alas
Sé que estoy volando hacia lugares inciertos, pero no puedo evitar desplegar mis alas, es un reflejo inmediato ante los caminos rectos.
Volveré a casa mil veces, buscando un nido incondicional que contenga el dolor de mis largos vuelos, de mis destinos erróneos, un nido donde curar mis heridas y mantenerme abrigada un tiempo, hasta que mi instinto me diga que es hora de volver a despegar.
No es justo, ni para mí que siempre estoy buscando rumbos equivocados, ni para el que se queda esperando mi regreso. No es justo lo sé, pero no puedo ni quiero entregarme a la resignación de quedarme,  porque presiento que si lo hago, se moriría la pasión que mantiene viva esta hoguera  y me convertiría en una esclava de mis posibles futuros recuerdos.
Y seré así, eternamente, no puedo echar raíces que sean lo suficientemente fuertes para  permanecer siempre en el mismo lugar.
Muchas veces lastimo, desconcierto,  doy cosas que duran un tiempo, pero en un segundo pueden cambiar y convertirse en sueños.
Tengo que poner resistencia, contener mi libertad, es tiempo de quedarme en el nido conocido, de asentarme junto al que siempre me espera a pesar de mis tiempos, pero por más que intento anclar mis sentimientos en esto, mi corazón es libre, y mis alas siempre se dejan llevar  por esos vientos, que a veces son ráfagas y otras huracanes, que me dejan volar alto, o me arrastran rasgándome por el suelo, pero no me importa, porque mientras tenga alas tengo sueños, y mi naturaleza me lleva a volar hacia ellos.
                                                                                                              Sindel Avefenix

domingo, 16 de enero de 2011

Cada vez más lejano…inalcanzable…
Sos la estrella q brilla en el cielo de mi ensoñación. Tu brillo incandescente se alimenta de mis ansias haciéndote cada vez más luminoso a mis ojos que no pueden dejar de mirarte.
Queda en mí el recuerdo claro de haberte tenido tan cerca, cuando tu cielo y mi cielo eran el mismo, y yo también era una estrella, brillando en la luz de tu amor.
Hasta que la vida me llevo sin darme cuenta  a  convertirme  en fugaz,  dejando en mi caída las estelas de un fulgor cálido que se fue sofocando lentamente, en un intento vano de aferrarme a vos.
Fui dibujando formas, letras, ruegos, inventando la forma de reavivar mi destello, pero los vientos del desamor fueron más fuertes que mis voluntades.
Me quedé completamente opaca,  presa de los deseos ajenos, resignando los míos y dejándome caer a este territorio habitado por los que perdieron su resplandor, en la búsqueda de sus sueños.
Vos en cambio te quedaste allá en lo alto, cada vez más imposible de tocar, más distante, como escondido,  pero igual puedo verte sin que lo sepas.
Muchas veces te contemplo detrás del velo de mi llanto, pero tu luz  sigue siendo tan radiante que no me importa si el precio a pagar por verte es demasiado alto,  dejaré correr mis lágrimas para  que a su paso vayan regando los surcos de  mis heridas abiertas por la impotencia y la desesperanza.
Sindel Ave Fenix


lunes, 10 de enero de 2011

Realidad


No quise ver la realidad.
Cegué mis ojos con el manto oscuro de la ensoñación.
Me inventé un mundo paralelo, en el que muchas veces justifiqué hasta lo injustificable para encontrar un punto luminoso en la oscuridad, para hacer girar la brújula hacia mis propios nortes.
Una y otra vez me mentí. Cambié palabras, dí vuelta hojas, y pateé tableros.
Cada vez más seguido dí pasos en falso,  pero seguí, en la búsqueda incesante de atajos inexistentes que me llevaran a mis ilusiones.
Recogí humillada lo que quisieron darme, cantidades ínfimas de migajas insignificantes
No pregunté, temí la respuesta
No arriesgué, temí la pérdida.
Me dejé llevar por la irrealidad dibujada con hilos invisibles de mi necesidad
Mi propia identidad fue flagelada y corrompida  por mis impulsos erráticos.
Hasta que todo se empezó a desmoronar en un alud de razonamientos desencadenados que me hicieron despertar.
Empecé a perder vuelo,  mientras más me precipitaba hacia la tierra de la verdad, mis ilusiones seguían luchando por mantenerme en ese cielo entretejido de mentiras. Y renunciando por fin a esa estúpida lucha de insensatez,  me dejé caer.
El aterrizaje fue cruento, doloroso,  todos los sueños que llevaba de equipaje estallaron en pedazos, y las astillas de mi propia decepción se fueron incrustando en mi fé, dejándola lacerada en su núcleo mas íntimo.
Mis argumentos, que tantas veces había usado en mi favor, se desparramaron por el suelo con furia y desolación.
En un instante lo perdí todo, las ganas, el ánimo, las batallas.
Perdí  entre tanto llanto hasta la  última esencia de mis lágrimas.
Y así desnuda de sentidos y sensaciones, con la última gota de sangre que me quedaba, después de la estrepitosa caída, me incliné como un mendigo a recoger  los despojos del desastre… un cuerpo vacío de  alma…un corazón trémulo de soledad y unos ojos que habían perdido para siempre la mirada.
               
                                                                                                                                Sindel Avefenix


Es mentira...

Es mentira...
Los dos sabemos que nada va a cambiar.
Por más que tu mirada se esfuerce en  mantenerse firme mientras decís palabras que jamás cumplirás
Ambos intentamos creer. Vos sabiendo que mentís, para que no me vaya,  y yo aceptando esa mentira para poder sostener mis sueños, para poder quedarme, más allá de la realidad. Necesitamos creer que algo va suceder. En cualquier momento...A cualquier hora...en cualquier lugar...
Ninguno de los dos quiere dejar este lugar que inventamos, este escondrijo tan lejano de la mediocridad en la que vivimos, este mundo de cuatro paredes, donde mezclamos canciones, risas, abrazos, y piel.
Pero las horas pasan prontas, traicioneras y ansiosas por dejarnos con ganas de más, ya no alcanza este tiempo tan tacaño que podemos darnos, y cada vez cuesta más.
Cada despedida es una herida que vamos dejando en nuestro espacio de vida, cada última caricia es no saber hasta cuando, hasta donde, o porque nos tenemos que marchar.
Me pregunto cuanto tiempo más nos queda mi amor, cuantas veces más mi corazón podrá soportar verte como te alejas por las calles, gritándote en silencio que te quedes, que no me dejes ir, que me pidas que me quede con vos para siempre, para darme todo de vos, y no solamente esos momentos que ya duelen de tan cortos, y esos besos que son robados y no me pertenecen.
Es mentira...Los dos sabemos que nada va a cambiar...
Sindel Avefenix


miércoles, 5 de enero de 2011

Cada vez me cuesta más...

Cada vez me cuesta más dejarte ir.…
Cuando se acerca la hora de la despedida me siento con una melancolía anticipada, comienzo a mirarte como a esas cosas que ansiamos desde el alma, pero que  son como el horizonte, nos hacen soñar que podemos correr hacia él, pero cada vez se hacen más inalcanzables.
Durante ese ratito lastimero que nos queda contra reloj, te registro a fuego con la mirada guardando en mi  memoria esa última imagen tuya, que es la que mis ojos ansían ver cada mañana al abrirse al nuevo día.
Sin que te des cuenta y en caricias,  mis manos dibujan tu figura y cada uno de tus vértices  sobre la cama, voy contorneando  cada rasgo de tu cara, especialmente tu boca, con la yema de mis dedos para después moldearlos, exactos, cada noche en mi almohada.
Y huelo cada uno de tus rincones y de tus cabellos, para llevarme ese aroma y poder hacerlo oxígeno cada vez que estoy sola peleando para que mi voluntad no se resigne a dejar de respirar ese aire vacío de vos, ese espacio incompleto que hay en mi cama, en mi vida.-
Pasan los minutos, llega la hora, mi corazón te pide en silencio que no te levantes, que no te vistas, te ruega ilusionado que me agarres la mano y me digas, - hoy me quedo… no me importa más nada.-
Pero eso nunca pasa, lo único que pasa es el tiempo, mi tiempo, y este dolor agudo de saberte ausente, sin ninguna intención de renunciar a tus cosas para estar conmigo. Te veo alejarte, moviendo la mano y diciendo cosas lindas, jurando que soy lo mejor que te pasó en la vida, y ese mensaje me llega cada vez más lejano, ya casi incomprensible, erosionado de tanto haber sido pronunciado en vano.
Y es ese el momento en el que me pregunto, porque nos hacemos esto, y si no será mejor no sufrir más despedidas.
Cada vez me cuesta más dejarte ir…Tanto que a veces quisiera que no vuelvas…
Sindel Avefenix



martes, 4 de enero de 2011

Si digo que perdí...

Si digo que perdí, estaría mintiendo, porque la realidad es que uno pierde solamente aquellas cosas que tuvo y ahora comprendo que yo no tuve nada.
Casi puedo confirmar que fuiste tan solo un holograma, una imagen reflejada que se proyecta mostrándose real, hasta que uno estira la mano para tomarla y se topa con la frialdad del vacío.
Y ese frío se desliza desde la mano hasta el alma, congelando todo el amor, convirtiendo  la ternura en tristeza, las esperanzas en cruces, y las ilusiones en nada.
Ni me quiero preguntar  adonde estaba anclado tu corazón cuando solo tu presencia estaba conmigo.  A quien pertenecía tu alma cada vez que venías a mí en busca de un refugio cálido. A qué  lugar mágico volaba tu mente cuando cerrabas los ojos en cada beso.  O cuantas veces usaste mi cuerpo como velero para llegar hasta su orilla.
Conozco todas las repuestas, porque todas tienen el mismo nombre, el que no quiero escribir, ni pensar, ni volver a escuchar jamás.
Si digo que me ganó, volvería a mentir, porque nunca corrió el más mínimo riesgo de perder lo que ella, a pesar de todo, siempre tuvo.
Sindel Avefenix

Telaraña

Estamos parados en el medio de una telaraña tejida con hilos de falsas esperanzas, toda su trama son sueños, suposiciones y deseos de un futuro utópico, que nos atrevemos a fantasear para no tener que aceptar nuestra dolorosa realidad.
Cada paso q damos nos tambaleamos más, y esa inestabilidad nos hace tomarnos más fuerte de las manos, pero a la vez  nos hace hundir más en el abismo de la desesperación, porque sabemos que de un momento a otro vamos a caer.  Nos negamos a ver que con el paso del tiempo estamos sostenidos cada vez por menos hilos, y que el peso de la verdad ya está produciendo sus efectos erosivos en los pocos entramados que nos mantienen a salvo.
Seguimos  aferrándonos a algo que inevitablemente tiene que pasar,  y la agonía de saber que nos vamos a caer es más desgastante que la caída misma,  estar palpitando el momento en que sucederá nos hace ver fantasmas  y tener miedos que al intentar espantarlos nos lastiman más.
No podemos cambiar las cosas, pero tampoco nos resignamos a tomarlas como son, el amor se nos está convirtiendo en un puñal que atraviesa el corazón de forma dolorosa, porque sabemos que lo estamos sustentando en una base de irrealidades.
Queremos ser lo que no fuimos, ni jamás seremos, ir más allá de nuestras posibilidades, llevarnos el mundo por delante en nombre de lo que sentimos el uno por el otro, pero el mundo se nos viene encima y nos aplasta.
No me sueltes la mano, no me dejes caer… siento que mis pies están pisando cada vez más el vacío…
Sindel Avefenix




domingo, 2 de enero de 2011

Agonía

Con la agonía de saberte lejos,
me deslizo entre el recuerdo de tu sombra
y pretendo acercarme hacia tu fuego
como niebla hipnotizada de conjuros
Al llegar, tal vez no diga nada, 
Con tantas palabras cargadas de locura
o quizás sea mejor hacer silencio
y guardarlo con gracia y sepultura.
Tal vez lo diga todo,
suplicando  a mi corazón herido
que comience a latir de puro olvido
y  libere a mi alma de algún modo
Quizás sea mejor un poco de censura
Un toque de lágrimas y suspiros
Para que nadie se jacte de inocente
ni se declare culpable o se sienta invicto
Porque al final este jardín de pura espina
penetra en mis llagas como dagas
Y refuerza el dolor que me yacía
con esta  sensación de muerte tibia
que me viene y  me busca
tantas veces en un mismo día
                  Sindel Avefenix

ENTRE DOS MUNDOS

En un acto desesperado por mantenerme solamente tuya, acabo de lavar con mis propias lagrimas las huellas de esos besos extraños que una vez más recorrieron mi piel, cubrí con perfume esas caricias ajenas a tus manos, intentando borrar todo rastro de ese paso inevitable que tantas veces doy resignada y contraída.
No sirve de nada tratar de  hacerme indiferente a estos actos continuos de mi propia cobardía, conformarme con quedarme en un lugar en el que se aloja mi cuerpo, pero mi mente se declara ausente.
Quiero romper estas cadenas invisibles que me atan a una vida de mentiras. Salir corriendo a tus brazos y que nos escapemos juntos a un destino real. Estoy harta de fingir que no pasa nada, que no estás en cada segundo de mi existencia, cansada de postergarme por no herir a los demás, de negar que existís, que latís en cada uno de los pulsos que emiten mi sangre.
Hace mucho que respiro cada instante pensando en volver a verte, tanto tiempo de soñarte y estas ahí tan cerca de mi alma y tan lejos de mi cuerpo, no sé cuanto tiempo más podré soportar esta espera.
Pero tengo una necesidad urgente de vos.
Tengo que hacer algo para detener esta  adicción extrema que creo mi cuerpo hacia el tuyo, esta obsesión que me persigue desde que te sentí mío, aunque no lo seas…
Como hago para no extrañarte, para acostumbrarme a la idea de que en mi cama sea otra persona la que respire mi mismo espacio, cuando los dos sabemos que en realidad ese espacio es solamente tuyo, aunque estés ausente, negado, invisible.
No sé si sospechas lo que causaste en mi vida, la llegada de un torbellino de pasiones escondidas que explotaron a tu contacto, el deseo constante y febril de sentirte, de saberte cerca. Un sinfín de sensaciones que estaban dormidas acurrucadas esperando que llegues a despertarlas. Mis sentidos están alertas, vivos, desesperados.
Estoy atrapada en dos mundos diferentes desde que entraste en mi historia, y estoy esperando la hora para elegir entre ellos, el cielo o el infierno, la eternidad o la nada, el amor o el desconsuelo.
                                                                                                Sindel Avefenix
                                                                                                   
                                                                                                    

SILENCIO

No hay una respuesta más terrible e implacable que tu silencio. Es un choque contra una realidad inaccesible, impenetrable.  Esperaba de algún modo poder recepcionar algo,  escondido en esa oquedad sonora, en ese abismo falto de expresiones, que me lleva a pensar y repensar en cual será su verdadero mensaje, si acaso es un anuncio confuso entre la duda y la certeza de algo que se termina así, enmudecido y letal.
No puedo esclarecerlo, va dejando con el correr del tiempo esa espina lastimera, que me hunde en la miseria de ser impotente frente al hielo de tanto desinterés.
Intenté durante horas entender su significado, desentrañar su eco mortífero que  taladra mi inconciente, pero es un precipicio oscuro donde caigo en la búsqueda de respuestas calladas que jamás serán descifradas, por más que invadan mis razonamientos las suposiciones y las teorías, son tantas posibilidades y probabilidades en ese pequeño espacio vacío, que deja de ser cuerdo mi pensamiento y quedo anestesiada, hasta que logro comprender  que este mutismo inviolable es la clara confirmación de que por tu lado no habita ni siquiera el mas mínimo deseo de engendrar una palabra que me devuelva la paz que perdí , el orgullo herido que resigne y la necesidad de recuperar  mi dignidad.
Y a la larga esa mudez inaccesible deja entrever el aura de tu indiferencia, la inexpresión de alguien que me sumerge sin piedad en esa fría oscuridad de la ignorancia, donde dejo de existir y paso a ser tal vez recuerdos borrosos en un mundo donde los vocablos y las replicas se esfumaron tras el fantasma del olvido y la infimidad.
                                                                                              Sindel Avefenix